“Es el trabajo que nunca se empieza el que más tarda en terminarse.”
A través de sus relatos, J.R.R. Tolkien ilustró los desafíos que sus personajes enfrentaban al confrontar el mal que amenazaba con destruir su forma de vida. En muchos sentidos, las escenas de sus libros reflejaban el triunfo del bien sobre el mal que él mismo presenció durante la Primera Guerra Mundial y al vivir la Segunda.
Con esto en mente, comencemos con una breve biografía de J.R.R. Tolkien antes de adentrarnos en nuestro análisis de personalidad.
Biografía
John Ronald Reuel Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en lo que hoy es Sudáfrica, en una familia de ascendencia prusiana y alemana oriental. Su padre falleció cuando él tenía apenas tres años, lo que dejó a su madre sola al cuidado de sus dos hijos. Sin ingresos, se vio obligada a llevar a los niños a vivir con parientes en Inglaterra. El tiempo que Tolkien pasó visitando a su familia, en especial la granja de su tía Jane (llamada Bag End), fue una gran fuente de inspiración para sus libros, particularmente en sus descripciones de la Comarca.
Aprendió a leer y escribir con fluidez a los cuatro años y desde pequeño mostró un espíritu ávido por aprender. Le interesaban especialmente la botánica y los idiomas, y aprendió los fundamentos del latín a muy temprana edad. El arte fue otra de sus pasiones, y destacaba dibujando plantas y mapas. Estas habilidades e intereses, desarrollados desde niño, serían la base sólida sobre la que más tarde construiría mundos y lenguas de fantasía.
“Muchos niños inventan, o empiezan a inventar, lenguas imaginarias. Yo llevo haciéndolo desde que aprendí a escribir.”
Cuando Tolkien tenía doce años, su madre falleció. Él y su hermano fueron acogidos por un amigo de confianza, el Padre Francis, quien los crió como católicos romanos, cumpliendo con el deseo de su madre. Tolkien mantuvo su fe católica durante toda su vida, y la imaginería religiosa que lo influenció puede observarse en las ilustraciones y poesía presentes en sus obras.
Se enamoró de Edith Mary Bratt en la adolescencia, pero se le prohibió contactarla hasta que cumpliera 21 años, ya que el Padre Francis creía que el romance pondría en riesgo su educación. Se casaron durante la Primera Guerra Mundial, y Tolkien se alistó poco después de la boda como subteniente en 1916.
Gran parte de su servicio militar lo realizó en Francia, donde participó en la batalla del Somme, un conflicto extremadamente letal en el que Tolkien estuvo cerca de morir. Probablemente habría sido una de las víctimas de no haber contraído fiebre de las trincheras. Pasó el resto de la guerra entre hospitales y deberes de guarnición hasta que fue declarado no apto para el servicio.
La Primera Guerra Mundial influyó de manera innegable en los escritos de Tolkien sobre la guerra, sus opiniones políticas y su visión de la humanidad. Aunque no era muy expresivo con respecto a sus creencias, se mostraba abiertamente anticomunista, contrario al nacionalsocialismo, y evitaba utilizar la expresión “Imperio Británico”. También se oponía a la industrialización creciente tras ambas guerras, ya que consideraba que estaba destruyendo los entornos naturales y la “vida sencilla”.
Tras la guerra, Tolkien ejerció como profesor, primero en la Universidad de Leeds y luego en Oxford, con una beca en el Pembroke College. Fue durante esa etapa cuando escribió El hobbit y la trilogía de El Señor de los Anillos, y profundizó en su pasión por la lingüística y la literatura.
En sus últimos años, recibió un amplio reconocimiento y se convirtió en un autor admirado por los sectores alternativos en las décadas de 1960 y 1970. Aunque al principio le agradó la popularidad de su obra, no le entusiasmaba ser considerado un ícono de la contracultura, ya que sus puntos de vista no coincidían con los de ese movimiento. Tenía inclinaciones más cercanas al pensamiento libertario en lo político.
Además de profesor, escritor y artista, Tolkien fue un lingüista y filólogo apasionado. (La filología es el estudio de los textos literarios y sus registros orales y escritos, incluyendo el análisis de su autenticidad, forma original y significado). Estudió y desarrolló sus propias lenguas, siendo Quenya y Sindarin algunas de sus creaciones más completas. Afirmaba sentirse “atraído por cosas de importancia étnica y lingüística” y creía que el lenguaje y la mitología eran inseparables.
Después de su muerte en 1973, su hijo Christopher publicó una serie de obras, incluidas notas y manuscritos inéditos como El Silmarillion. Estos escritos ofrecieron un contexto más amplio sobre los mundos y personajes que Tolkien creó en vida, asegurando que su legado perdurara.
Análisis de personalidad
Los mundos y lenguas que Tolkien creó han inspirado a muchas personas a explorar la literatura de fantasía durante décadas. El gusto por los idiomas y una imaginación activa son rasgos comunes en quienes tienen el tipo de personalidad Mediador. Con esto en mente, creemos que J.R.R. Tolkien encarna de forma única al Mediador Asertivo (INFP-A).
Introvertido
Aunque fue un profesor y orador inspirador, Tolkien prefería sumergirse en los mundos que creaba en su mente, fiel reflejo de un auténtico Introvertido. Al igual que su personaje Bilbo Bolsón, no solo disfrutaba escribir aventuras, sino también crear mapas y otras ilustraciones que dieran vida a sus mundos.
Era extremadamente leal y quedó profundamente afectado por la pérdida de la mayoría de sus amigos cercanos durante la Primera Guerra Mundial. Para sobrellevar el duelo y la enfermedad, buscaba consuelo no en otras personas, sino en el escape mental que le ofrecían los cuentos de hadas y los estudios intelectuales.
Intuitivo
“El mundo es ancho a tu alrededor: puedes encerrarte, pero no puedes mantenerlo fuera para siempre.”
Tolkien vivía en un mundo de posibilidades, sueños e ideas. No había límites para su imaginación y su escritura reflejaba esa capacidad. Soñaba con lo que el mundo podría llegar a ser si las personas se apoyaran entre sí, se enfrentaran al mal y lucharan por lo que creen. Este idealismo es un resultado directo de la interacción entre sus rasgos de personalidad Intuitivo y Emocional.
Además, Tolkien mostraba una curiosidad insaciable por el mundo que lo rodeaba, especialmente por otras razas, culturas, lenguas y las mitologías que las acompañaban. Su facilidad con los idiomas se tradujo (con intención) directamente en la creación de lenguas completamente nuevas y únicas, y finalmente, en los mitos e historias que les daban profundidad.
Emocional
“Si realmente quieres saber en qué está basada la Tierra Media, es en mi asombro y deleite por la tierra tal como es, en especial la tierra natural.”
Aunque en ocasiones pudiera parecer serio y concentrado, Tolkien era en el fondo un romántico y un amante de la belleza y la naturaleza. Gran parte de la inspiración para los paisajes y personajes de sus historias surgía de sus experiencias personales. El campo donde pasó buena parte de su infancia, y el amor que compartió con su esposa durante más de 50 años, son vivencias fundamentales que se reflejan en su obra.
La Primera Guerra Mundial también influenció profundamente tanto su obra como su vida personal. Como subteniente, desarrolló una mayor apreciación por el “hombre común”. Sentía una conexión más fuerte con las clases trabajadoras y comenzó a despreciar las divisiones impuestas por el estatus y la educación. Además, llevó consigo el dolor de haber perdido a casi todos sus amigos cercanos, y pasó el resto de su vida tratando de dar sentido a ese duelo a través del arte y la escritura.
Prospectivo
“Dicen que el primer paso es el que cuesta. Yo no lo creo así. Estoy seguro de que podría escribir capítulos introductorios sin fin. De hecho, ya he escrito muchos.”
Aunque logró muchísimo a lo largo de su vida, Tolkien también dejó numerosas ideas y manuscritos sin terminar. Su hijo Christopher logró completar y publicar algunas de estas obras, siendo El Silmarillion quizás la más destacada. Estas notas y novelas añaden aún más contexto y profundidad a su ya extenso legendarium de la Tierra Media.
Tolkien era un hombre enfocado y determinado cuando hacía falta, pero también tendía a distraerse con el amor, la literatura y la imaginación. Como ocurre con muchos grandes creadores (especialmente aquellos con personalidad Prospectiva), sus mayores talentos también representaban algunos de sus mayores desafíos.
Asertivo
“Has sido elegido, y por tanto debes usar toda la fuerza, corazón e ingenio que tengas.”
Si bien Tolkien era un romántico de corazón, eso no lo convertía en una persona débil ni tímida. Como persona Asertiva, no dudaba en pronunciarse en contra de las injusticias que observaba, especialmente cuando conversaba con personas de confianza.
No era propenso a manifestarse públicamente, pero no dejaba que la opinión de los demás lo desviara de sus valores. Su nieto, Simon Tolkien, relató una anécdota sobre la frustración de su abuelo cuando la Iglesia Católica Romana decidió cambiar la misa del latín al inglés. En lugar de seguir al resto de los feligreses, Tolkien continuó respondiendo a las lecturas en latín, a viva voz. Aunque su nieto se sintió avergonzado, comprendía su convicción y comentó: “Simplemente tenía que hacer lo que creía correcto”.
Conclusiones
Al igual que muchos de sus personajes, J.R.R. Tolkien fue una persona compleja e interesante. Creador de clásicos como El hobbit y la trilogía de El Señor de los Anillos, así como de muchas otras novelas, Tolkien ha sido una influencia significativa en generaciones de lectores y escritores.
Su estilo poético y su comprensión de las distintas razas e idiomas que habitan los vastos mundos de sus historias resultan verdaderamente inspiradores. Supo retratar las virtudes y miserias de la humanidad de manera que despiertan tanto esperanza como precaución. Estas cualidades son las que nos llevaron a identificarlo como un Mediador Asertivo.
Aunque hacemos nuestro mayor esfuerzo por determinar el tipo de personalidad de una persona, admitimos que no somos infalibles. Por eso, es posible que haya quienes tengan una opinión diferente sobre el tipo de personalidad de Tolkien.
Nos encantaría conocer tu opinión también. ¿Qué piensas del tipo de personalidad de J.R.R. Tolkien? ¡Déjanos tus comentarios abajo!
Lecturas adicionales
Aragorn: un servidor digno de realeza (La serie de personalidades de El Señor de los Anillos)
Gandalf: un mago calculador (La serie de personalidades de El Señor de los Anillos)
Éowyn: una guerrera intrépida (La serie de personalidades de El Señor de los Anillos)