Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro.

Los Comandantes son líderes natos. Las personas con este tipo de personalidad encarnan los dones del carisma y la confianza, y proyectan autoridad de un modo que atrae a multitudes en pos de un objetivo común. Sin embargo, los Comandantes también se caracterizan por un nivel de racionalidad a menudo despiadado, utilizando su empuje, determinación y agudeza mental para alcanzar cualquier fin que se hayan propuesto. Tal vez sea mejor que sólo representen el tres por ciento de la población, no sea que abrumen a los tipos de personalidad más tímidos y sensibles que conforman gran parte del resto del mundo, pero tenemos que agradecer a los Comandantes muchas de las empresas e instituciones que damos por sentadas cada día.

En Busca de la Grandeza

Si hay algo que les encanta a los Comandantes es un buen reto, grande o pequeño, y creen firmemente que si se les da el tiempo y los recursos suficientes, pueden conseguir cualquier objetivo. Esta cualidad hace que las personas con el tipo de personalidad Comandante sean brillantes emprendedores, y su capacidad para pensar estratégicamente y mantener un enfoque a largo plazo mientras ejecutan cada paso de sus planes con determinación y precisión los convierte en poderosos líderes empresariales. Esta determinación es a menudo una profecía autocumplida, ya que los Comandantes consiguen sus objetivos con pura fuerza de voluntad, mientras que otros podrían darse por vencidos y seguir adelante, y su naturaleza Extravertida (E) significa que es probable que empujen a todos los demás junto con ellos, consiguiendo resultados espectaculares en el proceso.

En la mesa de negociaciones, ya sea en un entorno empresarial o en la compra de un coche, los Comandantes son dominantes e implacables. Esto no se debe a que tengan un corazón frío o sean despiadados en sí, sino a que las personalidades de Comandante disfrutan de verdad con el desafío, la batalla de ingenio y las réplicas que surgen en este entorno, y si la otra parte no puede seguirles el ritmo, eso no es motivo para que los Comandantes se rindan ante su propio principio básico de la victoria final.

Si hay alguien a quien los Comandantes respetan, es alguien capaz de plantarles cara intelectualmente, capaz de actuar con una precisión y una calidad iguales a las suyas. Las personalidades de Comandante tienen una habilidad especial para reconocer el talento de los demás, lo que les ayuda tanto en sus esfuerzos por crear equipo (ya que nadie, por muy brillante que sea, puede hacerlo todo solo), como para evitar que los Comandantes muestren demasiada arrogancia y condescendencia. Sin embargo, también tienen una habilidad especial para denunciar los fallos de los demás con un escalofriante grado de insensibilidad, y aquí es donde los Comandantes empiezan a tener problemas de verdad.

Un Desafío Digno

La expresión emocional no es el punto fuerte de ningún tipo de Analista, pero el distanciamiento de los Comandantes de sus emociones es especialmente público, y lo siente directamente una franja mucho más amplia de personas. Especialmente en un entorno profesional, los Comandantes se limitan a aplastar la sensibilidad de quienes consideran ineficaces, incompetentes o perezosos. Para las personas con el tipo de personalidad de Comandante, las manifestaciones emocionales son muestras de debilidad, y es fácil ganarse enemigos con este enfoque. Los Comandantes harán bien en recordar que dependen absolutamente de tener un equipo que funcione, no sólo para lograr sus objetivos, sino también para su validación y retroalimentación, algo a lo que los Comandantes son, curiosamente, muy sensibles.

Los Comandantes son verdaderas potencias y cultivan una imagen de ser más grandes que la vida, y a menudo lo son. Sin embargo, tienen que recordar que su estatura no sólo se debe a sus propias acciones, sino también a las del equipo que les apoya, y que es importante reconocer las contribuciones, talentos y necesidades, especialmente desde una perspectiva emocional, de su red de apoyo. Aunque tengan que adoptar una mentalidad de "finge hasta que lo consigas", si los Comandantes son capaces de combinar un enfoque emocionalmente sano con sus muchos puntos fuertes, se verán recompensados con relaciones profundas y satisfactorias y con todas las victorias desafiantes que puedan manejar.