Ejecutivo
El buen orden es la base de todas las cosas.
Los Ejecutivos son representantes de la tradición y el orden, y utilizan su comprensión de lo que está bien, lo que está mal y lo que es socialmente aceptable para unir a las familias y las comunidades. Al adoptar los valores de honestidad, dedicación y dignidad, las personas con el tipo de personalidad Ejecutivo son apreciadas por sus consejos claros y su orientación, y marcan gustosamente el camino en las sendas difíciles. Orgullosos de unir a la gente, los Ejecutivos suelen desempeñar funciones de organizadores comunitarios, trabajando duro para reunir a todo el mundo en la celebración de acontecimientos locales entrañables o en defensa de los valores tradicionales que mantienen unidas a familias y comunidades.
Liderar Con Ejemplo
La demanda de este tipo de liderazgo es alta en las sociedades democráticas, y al constituir no menos del 11% de la población, no es de extrañar que muchos presidentes hayan sido Ejecutivos. Firmes creyentes en el imperio de la ley y en la autoridad que hay que ganarse, las personalidades ejecutivas predican con el ejemplo, demostrando dedicación y honradez intencionada, y un rechazo absoluto de la pereza y el engaño, especialmente en el trabajo. Si alguien declara que el trabajo duro y manual es una forma excelente de forjar el carácter, son los Ejecutivos.
Los Ejecutivos son conscientes de lo que les rodea y viven en un mundo de hechos claros y verificables; la certeza de sus conocimientos hace que, incluso contra una fuerte resistencia, se mantengan firmes en sus principios y promuevan una visión clara de lo que es y no es aceptable. Sus opiniones no son sólo palabras vacías, ya que los Ejecutivos están más que dispuestos a sumergirse en los proyectos más desafiantes, mejorando los planes de acción y resolviendo los detalles por el camino, haciendo que incluso las tareas más complicadas parezcan fáciles y accesibles.
Sin embargo, los Ejecutivos no trabajan solos, y esperan que su fiabilidad y ética de trabajo sean recíprocas- las personas con este tipo de personalidad cumplen sus promesas, y si sus compañeros o subordinados las ponen en peligro por incompetencia o pereza, o peor aún, por falta de honradez, no dudan en mostrar su ira. Esto puede darles fama de inflexibles, un rasgo que comparten todas las personalidades Ejecutivas, pero no se debe a que los Ejecutivos sean arbitrariamente testarudos, sino a que realmente creen que estos valores son los que hacen que la sociedad funcione.
Una Responsabilidad Mayor
El principal reto para los Ejecutivos es reconocer que no todo el mundo sigue el mismo camino ni contribuye de la misma manera. Un verdadero líder reconoce la fuerza del individuo, así como la del grupo, y ayuda a poner sobre la mesa las ideas de esos individuos. De este modo, los Ejecutivos conocen realmente todos los hechos y son capaces de dirigir la carga en direcciones que beneficien a todos.